El jardín de los azahares
Sebastián Usinger
Sebastián Usinger, nacido en (Mendoza, Argentina 1982) Estudiante de Bellas Artes y Arquitectura llega a Madrid a finales del 2001. Desde la infancia se apasionó por la literatura y la música dos acompañantes para siempre en su vida. Se estableció varios años en Tenerife, dónde conformo dos proyectos musicales Madre Tierra y Árboles. El viaje continuo y llego a Granada allá por el año 2008 se instaló y comenzó a cursar estudios en música y literatura, allí escribió lo que sería su primer libro publicado Puntos Equidistantes, con Letrame, un libro de poemas, fotografías y canciones. Luego se trasladó a Barcelona donde formo parte de varios proyectos musicales y donde siguió escribiendo diversos géneros literarios. Publico el poemario Presente, con Autografía Ediciones, un manifiesto poético que refleja las impresiones recogidas por el autor durante la pandemia del COVID 19. Luego de su regreso de la ciudad nazarí publico El jardín de los azahares, un poemario que evoca su paso por Granada con Aliar Editorial. Actualmente reside en Menorca a sus dos pasiones la literatura y la música, se sumó la fotografía realizando diversos trabajos y exposiciones en varias ciudades de la geografía española. Apasionado de las artes en todas sus facetas de la poesía principalmente, que ocupa un lugar fundamental en su vida.
El jardín de los azahares
El escritor Sebastián Usinger acaba de sacar a la luz su tercer poemario El jardín de los azahares (Aliar Ediciones), donde el argentino canta a la belleza de la capital nazarí. El jardín de los azahares es una obra poética que gira en torno a Granada. Aborda temas centrados en la figura de Federico García Lorca, las calles de la ciudad y sus gentes, el flamenco, el arte que se respira en cada rincón. Hay alusiones al amor, al presente y a las vicisitudes de la vida. Los poemas fueron escritos en un viaje de encuentro entre el autor y sus momentos allí, la gente que vive o ha vivido en la ciudad puede verse reflejada en algún pasaje de los textos. El título de la obra revela una metáfora sobre Granada en todo su esplendor y las historias que allí se tejen.
SUR
Un nuevo cauce.
Las raíces arañan la tierra,
llenan de compás este embrujado sur.
Sur.
Cisne verde.
Golpes en la fragua,
pasos de polvo y trigo;
voces que surcan los ecos del tiempo.
Sur.
Hoy renace en ti el arte,
tierra gitana
de humo y viento.
Sur.
SER LIBRE
Cantar en el canto de los que cantan
volar en el vuelo de los que vuelan
ser tinta en el papel o huellas haciendo camino
mirada en el horizonte.
Repudio ante el horror
oasis en el desierto del hambre
azules, violetas y naranjas al despuntar el alba
complicidad en el cálido abrazo de los amantes.
Bandera blanca y desafiante ante la guerra
transatlántico navío en mar de la conciencia
paloma mensajera en el cielo de una botella
hipótesis ante las más necias certezas.
Patria para los pies inmigrantes sin tierra
viento sacudiendo las nubes viajeras
vivir intensamente en cada día de la vida
pétalo ensangrentado ofreciéndose al cautivo fuego
A FEDERICO
(Granada, 12 de enero de 2023)
Aquí te encuentro, Federico,
entre cipreses y bosques calmos,
lejos queda el incendio de tus manos de terciopelo blanco;
siento mil golondrinas aleteando en mi pecho,
trazando un rumbo errante,
hoy aquí en mis huesos de árbol.
Si tú fueses yo qué dirías;
hoy que detrás de las cortinas
asoma tu mirada,
galopando en el éxodo del tiempo,
este silencio lo envuelve todo a su paso;
tu piano, tu ángel de alas de seda,
el arado arañando la tierra;
cada ápice, cada rincón lejano,
hoy de ti todo se puebla.
El café está servido en la mesa,
la mantilla de croché deshilachada;
las glorietas bifurcando
los caminos de polvo y trigo,
hoy que tus palabras renacen libertarias,
los niños que ayer jugaban han envejecido;
injustamente, Federico,
el amor ha claudicado.
El sol sigue arañando este invierno,
los pajarillos siguen anidando sobre los tejados,
tu recuerdo envuelve todo lo tierno,
mis alas han venido hasta ti,
y al volar nos encontramos.
Puedo sentirte en el último día,
en el último aliento,
en el fogonazo de la barbarie;
los pasos ensangrentados mancharon los naranjos,
las barcas errantes
visten de lunares las marismas desnudas,
tus pasos, Federico, trascendieron sus pasos