Mariela envenena mis sueños
Jordi Cicely
Jordi Cicely (Lugo 1978). Graduado en Gráfica Publicitaria y en Producción de Audiovisuales y Espectáculos. Viajero incansable, escritor espontáneo, budista convencido y friolense de corazón, supo ensamblar sus grandes pasiones: los viajes, la música y la literatura en su escritura emotiva y exhausta, influenciada esta por Jack Kerouac y la Generación Beat.
Comenzó a escribir relatos a la edad de 27 años para sobrellevar sus crisis de ansiedad, dejando más tarde la escritura durante un periodo de varios años. Retomándola de nuevo en su etapa londinense, en la que trabaja en el aeropuerto de Gatwick y donde inicia su exitoso blog de temática emocional cosasquetecontealoido.com. En este nuevo período, es premiado en varios certámenes literarios internacionales con algunos de sus relatos como; «Me fui», «Suspiros de la Habana» o «Serendipia o aquella chica dulce», al tiempo que comienza a escribir su ópera prima.
Su escritura está bañada de una gran intensidad, en la que las emociones y la sensibilidad lo invaden todo y donde el poder descriptivo casi obsesivo de los personajes, situaciones y ambientes en los que se mueven se convierten en seña de identidad de sus historias. «Mariela envenena mis sueños» (Editorial Fanes 2022) es su primera novela, obra que tardó cinco años en finalizar.
Ha ejercido su actividad laboral en varios ámbitos, desde la publicidad hasta el audiovisual, pasando por aviación, llegando incluso a colaborar con distintos medios internacionales de Latinoamérica en temas de índole cultural.
Mariela envenena mis sueños de Jordi Cicely.
El dolor que deja detrás de sí el desamor, siempre es algo que intentamos esquivar porque suele ser tan intenso, que por momentos acostumbra a dejarnos sin aliento la vida, pero una vez que tenemos que padecerlo, no nos queda más remedio que aguantar y eso es lo que nos muestra Jordi Cicely en esta triste y melancólica historia que gira entorno a una chica misteriosa, escurridiza y uruguaya llamada Mariela y que ha dejado a Jairo, el protagonista de este cuento de anti hadas, en estado latente de desidia emocional tras su marcha, quizá, para no volver jamás.
A medida que vamos pasando las páginas en las que nos va contando sus vicisitudes en forma de carta a un amigo anónimo para poder olvidar a Mariela en un viaje relámpago a Cuba y en el que el protagonista, cree poder encontrar la sanación de su tristeza. Llama la atención la nostalgia imperecedera que acompaña a cada acción de cada recuerdo de sus momentos juntos, en un pasado que ya parece lejano y que nos demuestra que no hay peor calvario que echar de menos algo que nunca sucedió, porque es en ese lugar donde se ancla al corazón la nefasta compañera de la suposición.
En este viaje interior y exterior que va tratando diferentes temas emocionales a parte del apego, eje central de esta historia, como son la obsesión, la nostalgia, la idealización, la soledad, la frustración, la hipocondría y sobre todo, la ansiedad, la misma que padeció durante años Jordi y que por está insana razón, sabe darle tanta realidad en sus páginas casi sin darnos cuenta, reside la acción que hace moverse entre los lodazales de una depresión a la que aún no puso nombre el protagonista, pero que vemos, le hace comportarse de forma errática en cuanto a lo que sucede a su alrededor, con una única meta, la rendición del desamor.
Pero como bien sabemos, una caída a los infiernos no suele hacerse solo, siempre hay alguien dispuesto hacerte compañía en la agonía, de tal manera, Jairo encuentra un compañero a su medida llamado Ángel y al que su alma dañada por el desamor, le hace pasar por la vida a mil por hora en una carrera en la que ambos se cogerán de la mano para intentar curarse.
Pero tal vez, lo que más llame la atención, es el pasar de las hojas de un cuento que engancha a pesar de contar una narración llena de emociones negativas que dejan a uno el cuerpo cambiado, como lo hacen esas canciones de letras tristes para llorar una tarde entera pero que no pueden parar de escuchar una y otra vez porque enamora su melodía. Muy pocos libros consiguen algo tan delicado como esto.
Mariela es esa clase de amores que impregnan y echan raíces en nuestros corazones después de destrozarlos sin miramientos y que por alguna inexplicable y absurda razón, no podemos extirpar a pesar de haber sido nocivos. Y aunque está muy presente este aura oscura que envuelve la historia, Jordi nos lo cuenta de una manera tan bonita y con un ritmo tan dulce, que parece tener entre sus manos una varita mágica con poder suficiente de poner luz allí donde se instauró la oscuridad de la idealización y el apego. Como harían esas hadas, de una historia que no está contada por ellas.
Serafín R Trashorras.
Sinopsis:
Mariela envenena mis sueños cuenta la historia de Jairo, un joven escritor gallego que viaja a Guanabo (Cuba) con una grave crisis de ansiedad, después de que Mariela, su novia uruguaya, haya roto con él. Jairo tiene la esperanza de reencontrarse con Sandra, una chica a la que conoció meses atrás durante una anterior visita a la isla y de la que apenas sabe nada, pues cree que ella es la única mujer que puede conseguir que borre a Mariela de su cabeza. Durante el viaje, Jairo conoce a Ángel, otro español al que define como «un exterminador de tristeza, una especie de mesías de la noche», y que ha viajado a Cuba para olvidarse de todo porque su novia también lo ha abandonado. Juntos vivirán toda clase de locas aventuras nocturnas en la discoteca El Dorado, un lugar donde se reunirán un sinfín de personajes carismáticos. Mientras espera que se produzca el encuentro con Sandra, aparecerán la ucraniana Nadia y la cubana Anaelys, otras dos chicas que pondrán sus esquemas emocionales patas arriba. Durante estas noches de infarto y desesperación, tendrá que decidir y aclarar sus ideas, así como poner fin a un duelo que dura ya demasiado.