Eccio Casasanta Urrutia

@ecciocasasantaescritor

Eccio Casasanta Urrutia (nacido en una ciudad llamada Valera — Venezuela el 29 de febrero de 1968). Es ingeniero agrónomo, profesor, poeta, escritor, fotógrafo, que actualmente vive en Inglaterra, en la localidad británica de Henley on Thames perteneciente al condado de Oxfordshire, en la orilla occidental del río Támesis. 

Participó en diferentes concursos y encuentros literarios en Venezuela y Colombia formó parte y fundó varios círculos de poetas y círculos de lectura. Se le considera un poeta romántico que expresa en su poesía un lenguaje simbólico también ligado al modernismo y vanguardismo, con moderados tonos populares.


SERPIENTES, PROMESAS y ENGAÑOS

Temblando comienza el vals por la urbana vía láctea,
fluyendo ciego por la orilla de mis huesos,
siempre al límite incrustado en la fe gris
que agita los tambores efímeros hacia el bienestar
que promete un horóscopo con monedas de un tablero
de ceros que habitan en mis bolsillos.

Benévolo eclipse que ofrece el molde de sus dedos,
arpa que retumba en los crepúsculos
oferta su bouquet flotando en las nebulosas
con la armonía del silencio,
serenata que se compromete a regar
de dulzura semblantes exhaustos
y mordidos por la pesadez de un silbido.

El escozor se siente en el latido de las ideas
como remolino torrencial que vislumbra
el engaño sellado con el barniz de la mentira.

En el remoto limbo de mis nervios se tensa
la intromisión forastera como espanto vespertino
que abriga la savia de los puños,
el dolor de la moral.

El engaño se percibe con la maldad
empírica que orienta a los inmigrantes a marchar
con el veneno del rechazo.

Fatiga que articula la calma,
antídoto del respeto, hace ruido
entre la multitud, se prepara el banquete
que convoca a los bárbaros.

Horno del placer que congelara los escalofríos del miedo.

En el ombligo hermético de mi almohada,
se entierra el egoísmo calvo
que se bambolea audaz por los corredores de la duda.

No más libélulas de mentiras,
en la esfera de mármol se gesta
el pensamiento, se vence el infértil regazo que
Poliniza el vértigo de la rabia.

Rumores que se deslizan en una siesta,
víbora que duerme en la profunda espuela
que muerde al verdugo en su
fachada subterránea y resbala
con sus dientes por el esquivo remordimiento
de unas mejillas raptadas por el diluvio de lágrimas.

Góndola que pone freno al manjar de traición.

SALTANDO DESTIERROS

Ejércitos desfilan injustamente,
expulsados de sus familias,
abandonados por centurias de patria.

Racimos de anestesia para resistir,
cañonazos de galope percibiendo el riesgo.

Sonámbulos, con el timón fecundo,
rompen la pausa mezquina que
los arranca de sus riberas,
furiosos, implacables bocas
forjadas con el cincel de la inmensidad.

Al filo, con la cabeza erguida,
marchan manchados con la confianza natural.

Fulminados por el sacrilegio de un país.

Vienen llenos, curiosos sobre espumas obstinadas.

Aplacados, distraídos , copas que giran transparentes,
fijamente, detenidos en el temblor de
una fuente que funde lo triunfal con lo invisible.

Ataques que fascinan a la maldad,
engendran sentimientos.

Instrumentos turbios,
siglos de dominio,
plagas heredadas por la cruz.

Cúmulo de riachuelos en una epifanía.
Trémulos, despiertan.

Sarcofagos que resucitan vanidosos
invisibles en el trino de las esquinas.

Detenidos en el trébol,
sujetando consecuencias.

Imprudentes, sublimes, sujetan amenazas.

Manjares conscientes que repiten
porque vinieron.
Ninguno, todos,
son manos de criaturas incandescentes.

Estorba el descuido,
ruptura que premia bondades.

Actor que vive sobre filósofos lentos,
disparos saltando palmas.

Cúmulos de miedos reposan en dientes de leche,
baldosas sueltas sobre imágenes invencibles,
cuna escondida en el agujero
donde nace el espacio del sol.

OBSERVANDO EL TIEMPO

Momentos precisos
abandonados en el filo de
ambiciones ligeras,
mirando caprichos inmunes, marcados
por horas atrapadas al final de los árboles
con dichosos buhos que soplan sofocados
por el asombro que nos nutre.

Escapo callado, contento, inmovil,
aterrado por tropiezos que engañan
y descifran los desnudos secretos del camino.

Envejeciendo resbaló en momentos
encadenados, pero crezco,
me divierto en melodías que mojan e inquieto
escribo mi obra en los murales de la
evolución errante de los pasos.

Inmortal existo, renovado en lo cotidiano
con sabor de bondad
Descubro mi infancia.

Certeza de una época plena de sombras
risueñas, curando el frío sedado,
ahogado por el amuleto que amordaza
la penumbra estancada
danzando en un reposo amargo.

Culminó la misión de mi mundo paralelo,
infinito en la sequía de nubes,
curo iniciativas inciertas,
decisivas en un claustro áspero.

Una etapa sin razón.

Reflexiona la certeza, apuesta al ritmo pleno,
puntual en su trajinar.

Disfruto la llegada,
observo la ciudad suspendida en
el borroso granizo infecundo que huye desatado,
rompiendo las barreras inertes en
los brazos borrachos de mis ideas.

Pies que no olvidan al caído observan
el ánimo que se asoma resplandeciente
como guardaespaldas generosos de los
instintos y los halagos de la callada
puerta que honra en caricias
la llegada del que viene.

Amigo de los días que acompañaron
noches sencillas que sujetaban la culpa.

QUE será DE NOSOTROS

Tanto andar entre silenciosas ruinas,
sin decir jamás, saltando, cansado,
ignorandote, el azar me encontro en tu soledad,
tu querida, paraíso, mi canción, la poesía
te tengo a mi lado pero no están tus sonrisas,
para que logre alcanzar la primavera?,
si el sol del invierno arropa con sus alas
las madrugadas de nieve.

Corazones abandonados,
nobleza estampada.

Futuro secreto,
plenitud frenética guía mi vida
símbolos prendidos al imán de la soledad,
los adolescentes gritan alegrías, niegan esperanzas.

Dos miradas rompen el vacío,
hielo que revela sonidos debatiendo sueños,
anhelos de realidad,
pasos entre sombras de otros nómadas.

Deambulamos sin saber qué será de nosotros.

Dormir en insoportables tierras repetidas,
alientos rotos, sacrificados resquebrajan
pensamientos, florecen desalientos
dolorosos contra fuegos encerrados
en mi voz armoniosa,
luna, noche de cristal, consumo miedos
sobre veredas de lágrimas,
neblinas alternan nuestras conquistas
rompiendo tonadas amargas
caminando en sintonía.

VAN ENAMORADOS

Como locos bailan perpetuos, arrebatan el instante,
apresuran su destino, indelebles cantan
agonías, ilusiones, esperanzas.

Son saludos eternos caídos en el alma contenta,
vientres que resplandecen sin dolor
buscando con afán riberas que arden.

Enamorados conservan el tiempo
encontrado en la cima de los deseos,
espirales vivos, armas que no desenfundan,
espaldas naufragas, equilibrio,
balanza de deseos sobre pedazos de amor,
precipicio, vicio de tenerte.

Son islas escurridizas,
viento del rosal cargando el espacio entre nubes,
giran con fuerza, caminan en lo profundo,
florecen con el calor de un invierno de bocas,
hambrientos de silencios y multitudes,
sábanas blancas con manchas de sed.

Recordando las sombras,
hechizos, absurdos que causan risas,
mieles bailando entre ciudades de sonrisas.

Bravura, momentos que silban,
ojos devorando locuras,
luz, existencia breve,
sentados sin descanso,
cerrojos sin llaves, candados,
puertas que empujan

Se flagelan, bailan, ofrecen sin exceso,
viven en rutinas que no duermen,
gargantas encorvadas construyen primaveras.

Con almohadas sin cabezas somos artistas enamorados de todo.