David López Carballo
David López Carballo
(Huesca 1993)
Nacido en una familia gallega, mi vida ha sido la de un «errante», la del inmigrante, pero dentro de mi país. Crecí en el Norte y en el centro de España, exceptuando el Sur.
Siempre he sido amante de las humanidades, lo que me llevó a estudiar historia y luego di el salto a las relaciones internacionales, lo cual me ayudó a conocer y salir del mundo, no solo por ocio sino también por estudio. Esto me llevó a estudiar en el extranjero y a expandir mis horizontes académicos.
Entre letra y letra estudiada, siempre encuentro tiempo para satisfacer el vicio de expresar y liberar mis sentimientos, ya sean furia, alegría, decepciones o frustraciones. La poesía, para mí, es como un verso libre escrito a máquina de escribir, donde se mide el uso de las palabras, el momento y el espacio adecuado, mirando desde lo pequeño hasta lo grande y reflejando esa mirada.
Mi mejor recuerdo de mi primer poema fue a los 16 años, siendo mis primeros pasos, pero también mi primer recital. No tuve a alguien específico que me inspirara; mi inspiración venía de lo que veía y de lo que llevaba en mi interior. Un momento significativo como escritor fue a los 28 años, cuando ayudé a mi amiga Mariana Revilla Howe con su libro «Vertebra». Leí su obra y escribí el prólogo, lo cual la dejó encantada, y yo me sentí confiado en mi escritura.
En mi día a día, continúo escribiendo para mí, y comparto mi trabajo en mi cuenta de Instagram. A veces, prefiero la intimidad y me cuesta aceptar cumplidos, pero eso no quita que, a veces, el más callado y vulgar no tenga la habilidad de ser un ingeniero de los sentimientos.
Actualmente, mi vida transcurre entre Madrid, Coruña y el Este.
AMOR
Ni es idílico ni fatídico, es en esencia
Una fuerza que va y viene, te quita la gula
que te para constantemente ¿crees importante en ello)
Unos dirán si otros dirán que no, pero es la desesperación
el motor de esta “sumun” caótica y bella historia;
Podremos dudar de su eternidad…
podemos luchar, llorar, vivir…pero
No podemos poseer su esencia, su materia
Cambiar su forma, pero no su ser…
somos fruto y condiciones de nuestro tiempo
Apéndices de las circunstancias; del lugar…
de aquello que es puro y feo,
Bello y decadente, insípido pero oliente
insultante fugacidad y temerosa valía….
Son necesariamente la esencia de tu ser y alma…
POR TI, PADRE
Visto con fuerzas para poder escribir. Quiero dedicarle a mi maestro, amigo y padre.
Humilde y sonriente. Mafioso y gorila que eras…. Eras mi padre,
que las noches cuidando y los miedos que tenía los hacías ahuyentar,
nos hacías reírnos.
Tu memoria jamás muere literario y fanático e idealista que fuiste, inamovible en tus razones,
nos encantaba darte la contraria, hombre de luces y de faros que fuiste, nos diste esperanzas,
y nos dedicaste muchas sonrisas tuyas ahora ya solo nos quedan los recuerdos, por ti que me
enseñaste el arte de fumar en pipa..
Los soldados desfilan una vez más con sus botas..
con boinas relucientes y son espadas afiladas… diestros
y juntos en formación cual tercio viejo. Las mujeres convalidas esperaran a volver,
solo oiremos el trotar de caballería, el juglar de los cañones y el cántico de miles de hombres.
Por ti ira de los hijos que volvieron con sus padres y no volvieron a llorar por ti va, lecciones por dar
siempre quedaran, pero la mejor lección siempre será amar hasta el final….
Geografía
Mira hacia el Este,
Mira hacia el oriente;
El mar a tu espalda,
La vida entera unida al mar,
Allende en la tierra metida
Yerma, baldía, sin aparente vida
Noche azulada, marrón mezclados por un filo hilar.
Los huesos blancos brotan de ella;
Nacen de si formando puntos blancos en el firmamento…
Pero yace la muerte.
Señalado por el dedo camino más por esta tierra desconocida
¿A caso que tiene el Este?
¿Hay mar al final de este viaje?
La incógnita de mirar al edificio y ver el arquero.
Ella dice en su flecha yace en el suelo.
Él, dubitativo dice; no hay tiempo que pase para verla
Ni gente que pueda hacerla sentirse observada.
Miro hacia el este, brota fuego griego de pechos,
Rocas, vigas y hasta en almas.
Mira hacia el este el trigo yace ensangrentado.
Mira hacia la tierra es el cielo azul más blanco óseo.
Mira hacia allá suenan tambores lejanos,
Yacen estos cosidos con piel de soldados.
Mira hacia esta tierra que yace muerta, estéril y es infinita
Yace aquí en su tumba cavada de piedra para enterrar vientre en trinchera
Su mar perdida.
Fantasías en Londres
Si Lord Byron pudiera cantar
yo pondría un sombrero de copa en mi cabeza
con una taza de té de lágrimas en un bar de Picadilly.
Y cantaría las notas más altas de las veladas sin amor de no retorno
en el West End si la luna fuera perla;
si tu sonrisa fuera diamante pertenecerías a la Torre de Londres con las demás joyas.
De la casa marinero, vagabundo, vendedor y sufridor.
Soy en un puerto de mar junto
a un sol que muere para renacer al día siguiente
así son las noches en pena bajo la lluvia picante y bajo el silencio y el olor a sal.