Araceli Gutiérrez Olivares

@sheligutoliv

Araceli Gutiérrez Olivares, mejor conocida como Sheli Gutoliv, nació al pie de los volcanes, en el Estado de México, un 24 de abril del año 1986. Es ingeniera Química de profesión y cuenta con dos menciones honorificas otorgadas por el Laboratorio de Física de la Facultad de Química de la UNAM, también cuenta con una maestría en Administración de empresas de energía por la escuela de negocios noruega BI y cursos en el área finanzas y sostenibilidad por la Saïd Business School, escuela de negocios de la Universidad de Oxford. Su amor por las letras y el medio ambiente, la llevo a emprender un viaje a los países nórdicos, específicamente a Noruega, en donde actualmente vive. Es escritora del libro “Singularidad en lo cotidiano” (editorial Aion.mx) en el cual ha captado con gran lirismo y originalidad a las fuerzas que rigen la vida: amor, desasosiego, transformación. Actualmente se encuentra estudiando literatura, de manera autónoma y trabajando en su segundo libro de nombre “Lapislázuli, un sueño”. Su obra ha sido publicada en revistas como: Letras y voces, Fragmentos, Cabros editores y revista Cisne.


Reflejo

He sabido de almas hermosas
gracias a ti.

Deja te cuento que, por casualidad,
un día que a mi corazón lo visitaba la alegría
mi reflejo vi en un cristal y,
por un instante, creí que eras tú, mamá.

Purificación

Esa voz, aunque me hablaba,
parecía dirigir su intención a otro plano
lejano, incipiente,
pero sumergida estaba yo en afonía.

Y de mi ombligo brotó savia
que limpia y purifica mi esencia;
cual agua cristalina fui quedando.

Transparente, pronuncié mi verdad,
los cuatro rumbos me escucharon,
recordando el olvido, me abrazaron.

Y

Y transmutada en fuego,
entre mis dedos, te sentía.
Y el viento me hablaba,
yo razones no entendía.
Y la noche se conmovió,
un secreto a mí ha llegado.
Y tu nombre pronuncio,
yo volví de mi letargo.
Y aquel sueño fue un adiós,
un adiós a tu recuerdo,
y vitalidad me llegó
al saber que aquellas brasas
eran tus besos eternos,
que también alteran,
y que casi me atrapan.

Liberación

A la orilla de esta verdad
que me desborda el porvenir,
vuelvo esta noche alada
a liberarme de tu esencia.
Aunque te conjuro en sueños
y te veo en los sonidos,
te dibujo con fuego,
te eternizo en mis sentidos.
Alquimista, transformo aquello
en una espiral sin forma
que ahora moldea mi vida,
que también acepta mi sombra.

Ella Black Hole

Eres infinita,
un diminuto espacio te contiene.

Antes, supernova;
de aquella luz en fuga, sólo misterio.

Hasta el tiempo te llevas.
Singularidad.

Hastío

Es, en esta espiral áurea
en la que vivo
que ellos me conducen
infinito.

Y después desciendo
y lo perfecto
se vuelve humano
y lo habito.

Lo sublime se torna turbio
el animal por fin ha salido;
de nueva cuenta me elevo
cerca estoy de lo divino
miro hacia abajo y contemplo,
lo impecable e imborrable de mi hastío.

Emperatriz en la sombra

                  Madrugada; 
serenidad deambula;
la sublime diosa, 
                                         enviaba su luz.

                   Ensoñé vi sus manos,
tenía traje oscuro, 
                  parecía contener: magnetismo, intuición.

                   De pronto volteo 
flor de anís sus cabellos,
plateados; enigma, 
                                           conjuro, temor.

                 Conciencia, yo no la conozco
sentí un bálsamo negro;
                                            que embrujó mi voz.

La eterna,
misteriosa visita,
palo santo me enreda,
                                         sutil protección.