La ingravidez que somos
Antonio Ríos
Antonio Ríos nació el verano de 1987 en Málaga y, en la actualidad, reside en la localidad de Estepona.
Economista de profesión, su perenne pasión es la poesía. Así, gusta de hallar un hermoso equilibrio entre la lírica de los números y la geométrica belleza de las palabras.
En noviembre de 2021 publica su opera prima «Horizontes Verticales» (Editorial Algorfa) que, con un estilo contemporáneamente clásico, supone un viaje a través de treinta caminos que sueñan con ser destino.
En mayo de 2022 varios poemas contenidos en dicha primera obra son publicados en la antología «Raíz de verso» (Editorial Imagenta) y, ese mismo mes, consigue obtener el primer premio en el «I Certamen de Poesía en Vivo Manilva Metáfora» con su poema «Tan cerca, tan lejos».
En enero de 2023 consigue el premio al mejor poema colaborativo con «Hemisferios», otorgado por la plataforma de literatura «Letras & Poesía».
En abril de 2023 participa como poeta invitado en MARPOÉTICA, prestigioso festival de poesía que anualmente se celebra en Marbella.
En noviembre de 2023 obtiene el XI Premio Internacional de Poesía Covibar-Ciudad de Rivas con su segundo libro «La ingravidez que somos», el cual es publicado por Ediciones Vitruvio en enero de 2024.
Sinopsis
LA INGRAVIDEZ QUE SOMOS
(Ed. Vitruvio, 2024)
Los alquimistas medievales consideraban el fuego, la tierra, el agua y el aire los cuatro elementos primordiales con los que explicar los designios y patrones de la naturaleza. Cuatro son también las fuerzas o interacciones fundamentales —la energía nuclear fuerte, la energía nuclear débil, la energía electromagnética y la energía gravitacional— mediante las cuales la Física trata actualmente de decodificar los comportamientos que rigen y gobiernan la materia y el espacio-tiempo, la realidad que nos abarca. Y uniendo todo ello en armónica comunión, sosteniéndolo con sus hilos invisibles, se vislumbra, se intuye una quintaesencia: el éter o energía oscura…
Existir acaso sea flotar, ingrávidos, como náufragos solitarios a los que mecen y guían dichos elementos, tales interacciones, los vientos del caos, la esperanza, el amor, la conciencia y la fe, hacia las orillas vírgenes de nuestros propios destinos.