Andy Jorge Blanco
Andy Jorge Blanco (Cárdenas, Matanzas, Cuba, 1996)
Periodista y escritor cubano. Egresado del Centro Nacional de Formación Literaria “Onelio Jorge Cardoso”. Licenciado en Periodismo por la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana en 2020. Máster en Comunicación y Cultura por la Universidad de Sevilla (2023). Actualmente estudia el Máster en Escritura Creativa por la propia universidad.
Forma parte de la antología “Como si estuvieran hechos de arcilla azul” (Editorial Primigenios, Estados Unidos, 2022), resultado de las obras seleccionadas del Segundo Concurso Internacional de Cuentos Primigenios. Es autor del libro de entrevistas “La guerra no espera” (Editorial Ocean Sur, 2023). Poemas suyos han sido publicados en la antología “Colibríes sobre mares. Poesía cubana contemporánea por el mundo” (Editorial Primigenios, 2023). Actualmente se encuentra en proceso de edición su libro de crónicas “Luchar para no morir” por la editorial Pablo de la Torriente Brau. Textos suyos han sido publicados en compilaciones y revistas literarias en Cuba, México, Estados Unidos y España.
Ha sido premiado en varias ediciones del Concurso Nacional de Periodismo 26 de Julio, convocado por la Unión de Periodistas de Cuba (Upec). Premio de Periodismo Histórico 2021, en la categoría de Hipermedia. Finalista del Segundo Concurso Internacional de Cuentos Primigenios 2022.
Página en blanco
Afuera llueve y el viento bate,
hace como si chiflara,
el viento es un grito oscuro.
La colcha se duerme,
¿o acaso se llueve
sobre cuerpos desnudos
en una esquina del camastro?
Amontonados andan los libros,
y el refrigerador truena a ratos,
no deja de hacer ese ruido
raro,
intermitente.
La noche es un fantasma
que descifran los poetas,
¿o acaso nos habita en soledad?
Afuera llueve y el viento bate.
La ciudad se empapa las arterias,
pero lo más frío de esta noche
es esta página en blanco,
aun cuando noviembre
me huela a poesía.
Caprichos
Te quiero, aunque no me quieras como antes.
Te quiero, aunque por caprichos no te tenga.
Y aunque busques un amor que te sonría,
y acompañe tus locuras y tus besos,
yo vivo enamorado, niña mía, de este amor
lejano y venenoso.
Te quiero, debí decir te quiero,
pero se quedó en papel y no lo oíste.
Otoño
Otoño, asoma las hojas,
se va la tarde en el río,
me falta ella, hace frío,
el agua suena y te mojas.
Otoño, vienes, te antojas
de unos versos que no busco.
Me falta ella, deduzco
que lo recuerdas a veces.
Otoño, te me enmudeces,
no soy yo quien te seduzco.
No las palabras
Peri Rossi ha escrito:
“la literatura nos separó”,
y a nosotros ¿qué nos ata?,
¿qué nos sostiene?,
¿cuál condición de mujer se precipita
sobre mis ojos y ancla versos?
Devuélveme la foto en las mañanas,
tu sonrisa aunque la vida sea tormenta.
No importa si despiertas y no estoy,
en realidad nunca me he ido.
No puede separarnos un vuelo regular,
tampoco la literatura.
Si algo nos separa será el mar,
no las palabras. Son sustento.